Los 'all star' de las corales de Lleida han reivindicado más humanidad bajo las máscaras de la pandemia
Bajo el lema 'Somos la voz, no la máscara', el Cor del Segrià, el conjunto de corales de la comarca leridana, quiso dar ayer un grito de socorro después tantos meses de reclusión por culpa de una pandemia que parece que lo ha cambiado todo. Sí, los cantantes y músicos siguen llevando la máscara en sus conciertos. Y seguramente por eso, en su reencuentro de ayer domingo en la Seu Vella de Lleida, organizado por el Consell Comarcal del Segrià, gritaron más que nunca. No sólo gritaron para que les oyera un público ilusionado por volver a verlos, sino porque también ya están hartos de tanto miedo. Demostraron que la necesidad de cantar, así como de bailar, de abrazar, de besar, de reir y de llorar, es fruto de la expresión humana que nunca debería desaparecer, por muchas más pandemias que nos auguren. Y con todo esto, la majestuosidad y la belleza de la nave central de la Seu Vella escribió así un nuevo episodio de su larga historia. ¿Quién sabe? Si sus paredes pudieran hablar, quizás dirían que el concierto de ayer fue uno de los más emotivos que han presenciado.
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