Libro interesante. Deja muy clara la importancia del control de la madre sobre su embarazo, el parto y el posparto (básicamente la lactancia). Descubre muchos tabúes y, sobre todo, muchos conflictos de intereses sobre grandes multinacionales (como las productoras de comida infantil y leche artificial) e instituciones públicas (como los centros médicos y hospitales). Es un libro que enseña y da apoyo a las madres (y padres) para otro tipo de maternidad, más feminista y más libre. Pero desgraciadamente la autora Esther Vivas estira la redacción más que un chicle. Me da la sensación de que este libro de 281 páginas debería ser no más que un artículo de unas cincuenta, pero que ha sido alargado hasta la repetición innecesaria, quizás por criterios editoriales. La autora insiste demasiado en los conceptos, una y otra vez, como si pareciera que no se fía de que el lector o lectora haya entendido lo que está escribiendo. No hay que tratarnos de idiotas.
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