La exposición Génesis de Sebastião Salgado i la película La sal de la tierra dirigida por Wim Wenders e inspiradaen su carreraprofesionalsondos productosque abordanla vida ytrabajode uno de losfotógrafosmásconsagradosde nuestraépoca.No sólosonhomenajesa su trabajo, sino también a su humanidad.
A Salgado se le ha criticado mucho crear belleza estética con las tragedias de los demás, pero consumiendo estos dos últimos trabajos uno se da cuenta que su realidad es mucho más compleja e interesante. Después de fotografiar grandes cataclismos humanos como el genocidio de Ruanda, Salgado dice que ya no pudo más. Y se adentró en otro tipo de compromiso que no hiciera tanto daño a su conciencia.
Años de paciencia que sólo la madurez es capaz de otorgar le han permitido crear un discurso en favor del respeto por el medio ambiente y una llamada a la salvación del planeta. Y no sólo lo predica con sus fotografías, sino también con su ejemplo, reforestando las propiedades de su familia en Brasil.
Salgado se redescubre ahora pues con un concepto que crea escuela, admiración y activismo.
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