Las mujeres en el Sudán del Sur tienen la gran responsabilidad de dar a luz en condiciones duras y sostener sus familias con pocos recursos.
Txata es madre de tres hijos. Dio a luz hace unos días a Dangaji, un pueblo muy remoto en la región de Maban, en el Sudán del Sur, donde los servicios de salud son muy limitados.
Ella vive con una discapacidad en el lado derecho de todo el cuerpo, pero mantiene a su familia lo mejor que puede. Su marido está ausente la mayor parte del tiempo, y ella es la única que proporciona alimentos, agua y refugio a sus hijos y a su madre anciana.
La vida de las mujeres y madres en el Sudán del Sur, como en muchos países de África, es enormemente difícil. Ellas asumen la tarea más difícil, incluso durante sus embarazos o cuando deben tener cuidado de sus bebés recién nacidos. No hay otra opción. Vidas están bajo su responsabilidad. Y eso es algo muy duro de asumir. Demasiado duro.
Según la OMS, el Sudán del Sur tiene una de las tasas más altas de mortalidad maternal y neonatal del mundo, aparte de la impactante tasa mortal de menores de cinco años (10%).
Más información en un reportaje publicado en el diario El País.
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