Las dificultades que atraviesa el mercado del fotoperiodismo clásico nos obliga a buscar nuevos formatos y nos permite a la vez explorar las grandes posibilidades que el mundo digital nos ofrece. Pero también nos pone en peligro de perdernos en las formas y olvidar los contenidos.
En la era de las nuevas tecnologías, los periodistas, y por extensión los fotoperiodistas, debemos tener una cosa bien clara: primero es el contenido y luego, la forma. El fotoperiodismo clásico, así como la prensa tradicional, están perdiendo espacios y cuota de mercado a pasos acelerados y hay que buscar rápidamente nuevos lenguajes, nuevos canales, nuevos formatos que nos permitan hacer llegar lo que siempre hemos querido explicar a una audiencia que ya no es la misma.
El fotoperiodista madrileño Olmo Calvo, bastante comprometido con asuntos de contenido social, lo dijo también así en el marco de las jornadas FOCUS ON de Barcelona y lo ejemplificó con algunos de sus últimos proyectos que se caracterizan por una excelente sencillez, con el mejor sentido de la palabra. Imagen fija, vídeo, sonido y texto se combinan de una forma sobria y eficaz.
Durante estas jornadas, Olmo compartió mesa redonda con dos otros ejemplos multimedia, bastante diferentes: José Colón, uno de los artífices de la revista MEMO, una aplicación documentalista muy alocada para iPad; y los autores del The Sochi Project, una interminable web holandesa que penetra en las oscuridades de los Juegos Olímpicos de Sochi (Rusia) de 2014.
Estos últimos dos ejemplos son, en mi opinión, un paso que va más lejos en esta búsqueda de nuevos mercados y nuevos lenguajes para una nueva audiencia. Y yo me pregunto: ¿ necesitamos ir por futuros laberínticos donde la fotografía, y la imagen en general, se acaben diluyendo? ¿ Nos interesa bombardear al público con toneladas de información, imágenes y efectismos?
Hay que tener cuidado con los retos de estos nuevos tiempos, en los que no sabemos con certeza hacia dónde vamos. Todavía quedan años para consolidar lo que es la nueva era de la comunicación y tendremos que ir a tientas. Algunos con más osadía que otros.