La Rinconada es un pueblo del sur del Perú, situado en la cordillera de los Andes (a más de 5.000 metros de altura), que en los últimos diez años ha sextuplicado su población por la presencia de oro en el subsuelo. El oro ha hecho que este lugar sufra un increíble déficit social. Miles de cabañas se han construido sin control, las calles están sin asfaltar y no hay servicio de agua ni alcantarillado. Una policía casi ausente no puede frenar la delincuencia común, la prostitución ilegal y el consumo de drogas. Los desperdicios y excrementos se acumulan por todas partes y los niveles de contaminación son alarmantes. La Rinconada, bajo la tiranía del oro es una propuesta de proyecto que acabo de redactar con la intención, para tarde o temprano hacer un estudio en profundidad de la vertiente más social de este sitio. Ya estuve allí en el año 2009 y en sólo un puñado de días descubrí que La Rinconada ofrece un enorme abanico de posibilidades fotográficas. No sólo se trataría de hacer una denuncia de la situación degradante en que el hombre ha caído en este lugar para arañar unas migajas de oro, sino también para entender cómo una comunidad se repliega y se organiza al margen de las leyes. El proyecto cuenta con numerosas dificultades, no sólo económicas y logísticas, sino también humanas. No es sencillo acceder al colectivo de los mineros (la mayoría ilegales) que viven y trabajan en La Rinconada, a sus mujeres e hijos que ayudan, los comerciantes, los distribuidores, las prostitutas, la policía… Todos ellos prefieren pasar desapercibidos y no estar vinculados a una comunidad que vive a espaldas de los valores humanos. Veremos si las puertas se acaban abriendo…